Tú, yo y todos los seres humanos somos pretensiosos y ambiciosos; lo que ocurre, es que muchas veces este adjetivo (intrínseco a la raza humana) se ha tergiversado porque lo hemos visto como un aspecto malo o tendiente a lo avaro, lo cual, de hecho, no tendría por qué serlo, siempre y cuando mantengamos principios y valores que no perjudiquen o dañen a nuestros semejantes. 

Tú tienes a tu merced, el camino que te llevará tan lejos como estés comprometido a crearlo, transitarlo y embellecerlo; que inspires e impactes otros seres, iguales o diferentes a ti. En este camino (durante toda tu vida) se encuentran tus deseos, tus ambiciones y tus merecimientos, pero también se hallan tus quebrantos, tus temores y tus miedos latentes. 

Para llevar a cabo tus ambiciones, es imprescindible que ganes en 3 juegos: en el juego del amor, en el de tus finanzas y en el más importante; el juego de tus relaciones. Con el juego del amor no me refiero a que tengas necesariamente una pareja, sino que te permitas vivir en armonía y en creación constante, que te ames primero, para luego esparcir tus sentimientos por doquier; ¿Qué, si no es el amor, aquel que inventa cosas imposibles y perdona hasta la peor experiencia o el rencor más difícil? 

Del mismo modo, el siguiente paso es recobrar tu poder financiero personal, no importa la situación por la que estés pasando; siempre que haya un talento en acción y con disposición, tendrás resultados masivos, toda vez que te alejes de la tan nombrada perfección, pues esta no es más que ´el querer tener todo listo y sin errores´, ¿Y te digo algo? No hay ser más perfecto que el humano en su parte celular, física, cerebral, creativa y configurativa, pero a la vez es quien más comete errores, pues esa es su naturaleza; aunque no por ello, podemos pasarnos la vida de error en error, culpa, traspié y perdón, porque podríamos llegar a excusarnos o encontrarle razón a cada uno de nuestros comportamientos. 

Tanto si crees en la ley de la atracción como si no, el único as bajo la manga que debes usar es la certeza, creer siempre que todo va a estar bien o mucho mejor, aunque tu resultado muy probablemente demore. El dinero que tienes actualmente no es directamente proporcional a tu nivel educativo, tal y como lo dicen algunos libros o Coaches, este es el resultado de lo que haces con tu amor propio, tus talentos, tu tiempo, tu enfoque y tu capacidad de relacionarte, pues es en el juego de tus relaciones en donde te permites expandir lo que sabes, conoces y en el contexto en el cual eres el mejor o por lo menos, experto. 

Mientras más vidas inspires y requieran de ti, más posibilidades se presentarán frente a ti, sin importar que seas o no universitario, emprendedor, profesional, líder, gerente o si has tenido o no según tú; muchas oportunidades. A lo largo de mi vida me he dado cuenta de que ´Crear, fidelizar, catapultar e impactar positivamente´ una idea o una relación, son los secretos y la base de todo gran inventor. ¿Qué tal si te ves como un gran fabricador o hacedor de realidades? Ah, y nunca olvides por nada del mundo: la estrategia, y, sobre todo, medir tu progreso y tus resultados, pues si no haces un análisis exhaustivo de cada elemento o paso en tu proceso, difícilmente ajustarás la próxima vez tu idea, tu sueño, tu fuerza, tus motores, tus herramientas y tu gasolina; necesarios para elevar aquel avión y hacer que llegue felizmente a su destino. 

Deja que tu formación, tu educación y tus principios, te lleven a lo más alto y más allá de las dificultades que trae la inseguridad, la pereza y la indecisión. Crea una realidad tan distinta y tan poderosa, que no tenga ni un solo detractor o distractor que pretenda dudar de su efectividad, tal y como lo hace la ley de la gravedad, la cual jamás encontrará situación o agente que ponga en tela de juicio su grandeza y universalidad. 

El éxito, la abundancia y la certeza estarán contigo, siempre que comprendas, apropies y pongas en práctica las siguientes reglas, con las cuales puedes prosperar:

  • Todo en la vida es ‘Interpretación’ y ‘Retroalimentación’.
  • Tu Comunicación interna es la base de tus resultados.
  • Busca manadas o equipos con los cuales puedas crear y crecer. A veces es mejor apartarte de aquellas que, aunque las ames, te pueden estar robando energía y poder.
  • Un reto es la oportunidad para crear una nueva realidad.
  • Todo el tiempo nos vendemos: somos la mejor oferta o, por el contrario, uno más en cada encuentro, reunión, oficina o empresa.
  • Aunque el amor es el sentimiento y la fuerza más poderosa, hay que usar la mente y la cabeza frecuentemente, para tomar decisiones, por difícil que estas sean.
  • La forma de mejorar tu economía o engrosar tu cuenta bancaria radica en tu disciplina constante, lejos de la queja o la excusa por lo que el sistema o los gobiernos ofrecen.
  • No porque tus padres te hayan enseñado directa o indirectamente ciertos comportamientos o acciones, debes llevarlos completamente todos a tu presente; vivimos en tiempos distintos, y la forma de crear y vivir son completamente diferentes.
  • No te preguntes: “¿Cómo lograr o hacer tal cosa?”, mejor pregúntate: “¿Qué puedo crear o hacer en este momento con las herramientas que tengo a mi alcance?”.
  • No todos los seres humanos somos iguales, pero tampoco tan diferentes: todos tenemos miedos y somos vulnerables, aun cuando no logremos reconocerlo.
  • Un gran resultado se esconde tras: una mente distraída, un pensamiento temeroso, un cerebro perezoso, una emoción quitadora, una incesante duda, una palabra no dicha, un comportamiento repetitivo, una acción inconclusa y una preocupación innecesaria.
  • La prosperidad de cada país depende de la prosperidad de sus ciudadanos. La prosperidad de cada familia dependerá de la economía personal, la comunicación y las emociones de cada uno de sus integrantes.
  • Todos los seres humanos, aunque no buscamos lo mismo, sí tenemos un común denominador: ‘Queremos bienestar’; ¿Qué estás haciendo o qué harás para obtenerlo? ¿a qué juegas?

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