Todo el mundo dice: “Tu poder está en tu mente”, “la mente es poderosa”, “eres tu mente”, “la mente es engañosa”, la mente, la mente, la mente, la mente, la mente… ¿Crees que eso es cierto? o, por el contrario, ¿crees que solamente son palabrerías?
La verdad absoluta no existe; cada ser humano tiene en su mente una serie de circuitos conectados que ensamblan perfectamente su educación, su cultura, su rutina, sus miedos y sus pasiones. Así que, lo que te puedo decir es: cuidado con lo que piensas – o mejor – hazte responsable de lo que piensas, porque eso te puede trasladar directamente al lugar al que quieres llegar. Por supuesto, aquí hay que dejar claro algo: la ley de la atracción no actúa 100% para ti cuando te quedas sentado a que tus sueños ocurran. Cuando tú piensas en el amor de tu vida, en aquel lujo o en aquel viaje, no los obtienes al instante; y por eso, te tengo una noticia: requieres acción.
Haz cuenta que eres un actor de cine o televisión, y que tu director te da las indicaciones de lo que debes hacer: cómo caminar, cuándo entrar en escena, lo que vas a decir y con quiénes vas a interactuar. Si tuvieras la oportunidad de ser el actor indiscutible de tu vida, ¿Qué harías? Imagina que tienes a tu director (tu mente), y esta te da las instrucciones para que realices una actividad, ¿qué acciones llevarías a cabo? ¿con quiénes te relacionarías? ¿qué matices, acotaciones y emociones tendrías? ¿a quién impactarías con lo que dices? Así funciona nuestra vida: todo es un entramado; una red de relaciones perfectamente sincronizadas para que tú cumplas tu propósito; para que tú construyas tu autopista, aquella vía que es muy diferente y mejor que la que ya tienes o has construido hasta la fecha.
Cada vez que te comunicas:
-Tus pensamientos escriben el guion.
-Tu mente te dirige.
-Tu corazón ama o teme.
-Tus palabras educan, juzgan o transforman.
-Tus acciones te llevan adonde quieres.
Ahora te pregunto: ¿Cómo es la autopista de tu vida?, ¿es angosta y con pocas posibilidades o es enorme y con oportunidades por doquier?, ¿encuentras atajos para llegar más rápido a tu meta o vas lento y con muchos temores?, ¿encuentras a tu paso muchas barreras y retenes con personas que te dicen que no puedes o tienes el enfoque necesario para seguir firme hasta que llegues?, ante cualquier lluvia o tormenta; ¿te preocupas o simplemente pones el parabrisas y continúas?, ¿qué o quién te detiene?: ¿eres tú?, ¿tu contexto?, ¿tu familia y tus relaciones?, ¿los demás? o ¿son tus pensamientos quienes te inmovilizan o paralizan?
Imagina que vas a crear una nueva autopista para tu vida desde hoy. Tienes un hacha, un cuchillo, un machete o cualquier objeto que te permita cortar un gran bosque lleno de maleza que se encuentra frente a ti; es un monte repleto de hojas y arbustos que no te dejan ver lo que hay más allá; ¿Qué clase de plantas dañinas se encuentran a tu paso?, ¿tal vez son indecisiones?, ¿rutina?, ¿miedo a dar el siguiente paso? o ¿quizás estrés?
¿Eres consciente del poder que tiene tu MAC (Tu Mente, tus Acciones y tu Compromiso) en tu vida y en la de los demás?
Hemos acumulado durante muchos años un sin número de pensamientos y de infinita información en nuestro disco duro humano, que a veces creemos que son imposibles de configurar. Si nos comparáramos con una computadora y nos diéramos cuenta de todo el proceso que toma para que esta funcione, nos detendríamos a pensar en lo perfecta que es. Y de esta manera, hacer una analogía con nuestro cerebro: cuando despertamos en la mañana, encendemos nuestra mente, creamos un plan o conectamos con las actividades que desempeñaremos durante el día; cada uno de nuestros pensamientos, es una letra en el teclado, que se oprime y se escribe en un archivo o documento de nuestra imaginación. Para que exista un resultado, tú, yo, y cada ser humano debe emprender una serie de acciones para lograr una evidencia tangible que se creó a partir de una necesidad, un sueño, una palabra o un temor. Recuerda: sin compromiso, no hay resultados tangibles.
¿Acaso crees que nuestros resultados son ajenos a nosotros?, ¿piensas que muchas cosas que nos ocurren son externas y que no podemos controlar?, ¿sientes que eres el único que puede impactar, cambiar o alterar tu propia vida? o ¿hay otros que pueden transformar o interferir en tu camino?
Muchos filósofos, autores y mentores han escrito sobre el azar, la suerte, las coincidencias y el devenir; y hasta muchos se atreven a decir que nuestra historia en este espacio terrenal ya está escrita.
La verdad nos ha hecho libres, pero a su vez, nos ha separado durante siglos. ¿Cuál es la absoluta certeza que has creado en tu mente en relación con tus resultados o tu destino?, ¿cuál es la verdad que has creado sobre el éxito, la felicidad y la plenitud? ¿Eres de aquellos que dicen: “vamos a ver qué pasa”? o por el contrario, ¿eres de los que, en donde ponen el ojo, ponen la bala? (en lo que te enfocas, lo obtienes).
Si para ti es cierto que hay un gran libro de la vida que dice, quién has venido a SER y qué has venido a APRENDER a este mundo, ¿Qué acciones llevarías a cabo para crear la vida que mereces?
Muchas veces cuando hay un tropiezo en la consecución de un objetivo, solemos dar mil vueltas a todo lo que haya podido influir en aquella situación que dio lugar a aquella experiencia que no logramos adquirir, sin embargo, cuando creemos que todo va muy bien, bajamos la guardia y no evaluamos todo aquello que nos ha permitido alcanzar lo que acabamos de conseguir. ¿Por qué crees que esto ocurre? Es vital que revaluemos y analicemos todo el tiempo los factores, los retos y los desafíos que incidieron en la consecución o no, de todo lo que nos propusimos.
Hoy te hago una invitación: mira tu presente y tu realidad actual como una gran vía o autopista de posibilidades a pesar de los inconvenientes, obstáculos o inseguridades que estén en tu camino. Sabes muy bien que puede llegar a ser difícil, pero no imposible. Sabes que toma tiempo crear un hábito y creer en ti, pero no es absurdo ni inverosímil. ¿Acaso hay alguien más que deba confiar en ti, si no eres tú quien deba hacerlo primero? Emprende un nuevo recorrido lleno de aventura, con tu equipaje, tus herramientas, tu propósito y tus habilidades.
Recuerda que todo el tiempo, estás usando tu mente, tus palabras y tus acciones; y con ellas, creas el mundo que quieres.
Comparte este artículo con alguien; a quien, sepas, le puede ayudar.
Te veo pronto.
Un abrazo.