La palabra ´Enemigos´ es quizá un adjetivo algo fuerte para el título de este artículo; lo sé, pero es precisa para hablarte de aquellos 2 aspectos que nos asechan y nos hacen mucho daño: 

1) El querer tener la razón 

2) El creer que siempre habrá una segunda oportunidad 

Piensa por un momento, en qué circunstancias has perdido oportunidades por el simple hecho de querer tener la razón o tener el control de una situación; nos ha pasado a absolutamente a todos. Y han sido tantas las veces que hemos querido salirnos con la nuestra, pensando en nuestros propios intereses, que sin pensarlo, hemos alejado a algunas personas de nuestra vida.

Esto no te convierte en un ser humano malo; no te culpes, no te aflijas, tampoco te estoy juzgando o diciendo que no lo hagas, simplemente haz un balance sobre aquellas experiencias que has generado cada vez que buscas imponer o pretender que otros hagan lo que quieres. 

Tu opinión siempre prevalecerá, pues esta es la evidencia de tus conocimientos, tus argumentos, tus ideas y tus propuestas, sin embargo, es importante entablar conversaciones que construyan y transformen una realidad actual, ya sea en tu vida, tu familia o tu entorno social.

¿Recuerdas el juego llamado La cuerda? En otros países se conoce como Tira y hala o Tira del lazo. Si no lo jugaste cuando eras niño, aquí te lo explico: para ganar este juego se necesita fuerza y resistencia. Se basa en crear 2 equipos con el mismo número de participantes.  Debes halar o tirar la cuerda hacia ti, para hacer que el equipo contrario se debilite y caiga, así que, el grupo que logre mantenerse en pie, es el vencedor. 

Ahora imagina que cada vez que tú o alguien de tu vida quiere quedarse con la razón, ambos están sosteniendo un extremo de dicha cuerda y que cada uno quiere halar para su lado. Algunas veces hieres con tus palabras y acciones, te enojas y deseas vencer al contrincante a como dé lugar. 

¿Realmente te tomas el tiempo para pensar lo que vas a decir o comunicas lo primero que pasa por tu mente y sin filtro sin importar las consecuencias?, ¿piensas en cómo se han comportado contigo y así decidir cómo reaccionar?  

La razón nos separa, la razón nos limita; y en muchas ocasiones es peor que el tener en nuestras manos, dinamita. Uno de los factores que hace que nos ‘enfrasquemos’ en nuestra razón, es el pensar que, para ganar, alguien siempre tiene que perder. Y por ello, queremos salir en hombros como si estuviéramos en un ring de boxeo.  ¿Alguna vez has tenido la sensación de ‘tener los guantes puestos’ y atacar con tus palabras, aun cuando tengas suficientes argumentos? Revisa en este momento, cómo es tu escenario relacional: ¿Creas armonía y logras que te escuchen o debes alzar la voz y ser tajante para que te respeten?

Pregúntate si cada vez que quieres tener la razón, aquellas acciones te han funcionado de tal forma que inspiras y educas desde el ejemplo o por el contrario, has lastimado con tus mensajes y comportamientos. Al otro lado siempre existirá un ser humano que piensa, siente, se emociona, vive y algunas veces padece situaciones que desconocemos.  ¿Has generado espacios de diálogo para mejorar alguna situación o han sido tantas las veces que has fallado, que prefieres no intentarlo para no fracasar de nuevo o crear discusión? 

Es imprescindible anotar que el querer tener la razón, no hace referencia solamente cuando intentas dominar a los demás frente a un dilema o circunstancia, también cuando quieres ser terco y que se haga todo a tu manera. ¿Esto está mal? No ¿Esto está bien? Tampoco; simplemente son formas de comprender el mundo y operar desde una perspectiva aprendida. 

Siempre hazte estas preguntas: cuando quiero tener la razón con la gente de mi vida, (o cualquier persona con quien me estoy relacionando) ¿consigo mi objetivo?, cuando quiero tener la razón y el control, ¿pretendo enseñar o solamente sesgar y proteger?

De otro lado, el creer que siempre tendremos una segunda oportunidad, también nos aleja de lo que queremos lograr, pues muchas veces el universo, Dios, la vida, las personas o el tiempo, no estarán a nuestra disposición tal y como queremos, por eso, merecemos tomar decisiones y acciones urgentes, para crear nuestro bienestar y el de nuestra gente. 

Piensa por un instante, en qué contextos has dejado escapar oportunidades. ¿Qué fue lo que pensaste aquellas veces?, ¿qué te detuvo?, ¿qué emociones experimentaste?, ¿creíste que no fueron para ti porque Dios, la vida o el destino lo quisieron así?, ¿llegaste a pensar que no te convenían? 

Reconoce o examina si han sido muchos los chances que se han esfumado en frente de ti. ¿Qué tendrías que hacer diferente, para palpar lo que hasta ahora, aún no has logrado obtener?, ¿reconoces la importancia de mejorar aspectos en tu vida para crear un nuevo camino de seguridad y asertividad permanente? 

Todos los seres humanos somos el compendio de lo que imaginamos, en una línea de tiempo: 

-Lo que hicimos con lo que nos fue enseñado

-Lo que estamos creando con las herramientas que tenemos

-Lo que podremos lograr a pesar de las adversidades y el miedo

Es vital crear una relación estrecha contigo mismo y con los demás. No sabes si en el momento menos pensado, puedas recibir apoyo de quien menos te lo imaginas. Expande tus horizontes y crea un faro de luz tan claro, que te permita distanciarte de tu razón y de las dudas que tú mismo te creas por montón. 

Comparte este artículo con alguien; a quien, sepas, le puede ayudar. 

añadir comentario

Roger Farias Coach es la marca Premium de conferencias y procesos de Coaching de habla hispana, que te apoya a elevar tus resultados, teniendo en cuenta tus talentos, tu capacidad creativa y tus relaciones, para retarte a cumplir tus más grandes metas, usando tu mejor recurso disponible: tu comunicación.

Teléfono: +1 (437) 766-2229

E-mail: contacto@rogerfariascoach.com

Copyright 2022 © Todos los derechos reservados. Diseñada por Publipaquetes